lunes, enero 08, 2007

La Mesada

Una de las formas de educar a los niños en el uso del dinero y por tanto, socializarlos en el conocimiento de la economía cotidiana es a través de la asignación de una mesada. Los estudios muestran que esta debería comenzar a entregarse entre los 8 a 10 años y ser dada inicialmente en forma semanal y luego entregarse mensualmente. El uso de la mesada debe estar destinado a los gastos particulares del niño y no debería incluir aquellos costos que son obligación de los padres como útiles escolares o locomoción.
Así, el propósito de la mesada es permitir al niño desarrollar habilidades de planificación de sus finanzas personales, aprender a ahorrar y educar su voluntad y poder de decisión. Los padres que entregan a sus niños una cantidad especificada y semanal de dinero, en vez de entregarle según sus necesidades, les dan una experiencia de aprendizaje práctico en cuanto al manejo del dinero y fortalecen sus capacidades para ajustarse a su realidad económica, dada en este caso por los límites de su propia mesada. Ello significa que si al día siguiente ya se gastó toda su mesada, tendrá que esperar a la siguiente para tener dinero disponible y los padres sabrán mantenerse firmes ante sus ruegos y demandas.
Aun cuando se está de acuerdo en los beneficios que brindan las mesadas, esta no se debe confundir ni con un premio por buena conducta o logros escolares ni con el pago por la realización de tareas domésticas. Los niños deben darse cuenta de que todos los miembros de la familia se benefician del logro de una casa limpia y ordenada y por tanto, todos deberían contribuir a ello.
Una excepción puede ser el pago por labores del hogar distintas a las habituales y para las cuales la familia pensaba contratar ese servicio, por ejemplo, cortar el pasto o lavar el auto, con ello también estaremos educando a nuestros niños en el sentido del trabajo y del emprendimiento para el logro de las metas personales, preparándolos con herramientas más efectivas para su futura vida adulta.