viernes, noviembre 02, 2007

Invertir en la gente

La empresa chilena y las latinoamericanas en general, inmersas en un mercado cada vez más globalizado, buscan nuevas respuestas para desenvolverse con éxito en un escenario económico y laboral que se vuelve crecientemente incierto, cada vez más competitivo pero también lleno de oportunidades.
El trabajar a presión con metas cada vez más exigentes que cumplir, con el fantasma del desempleo siempre rondando, lleva a un aumento creciente del estrés laboral. Por otra parte, el marcado individualismo que comanda nuestras relaciones laborales lleva a la despersonalización del otro (el colega, el jefe, el subordinado) lo que puede inducir a considerarlo un simple medio para conseguir los propios fines, lo que se traduce en abusos, deslealtad y poco compromiso. A su vez ocasiona un notorio aumento de los sentimientos de angustia y los síntomas psicosomáticos, lo que termina por incidir en el clima laboral general.
La existencia de este confuso panorama implica la necesaria búsqueda de respuestas distintas frente a los problemas de la empresa, porque es evidente que los recursos humanos o más bien, el capital humano, constituyen uno de los pilares de los que depende el éxito o fracaso de toda organización.
La empresa que tiene mayores posibilidades de tener éxito en el escenario actual es aquella que invierte en sistemas de desarrollo que le permiten estimular el liderazgo, la comunicación y las relaciones humanas. Aquella que entiende que el mejor trabajador ya no es aquel que obedientemente seguía consignas sino aquella persona confiable, con iniciativa, espiritu emprendedor y compromiso.
En medio de la crisis económica, es necesario replantearse las viejas formulas, la tecnología, la infraestructura, los convenios internacionales no sirven de nada si no tenemos un grupo humano capaz de jugarse por el logro de los objetivos de una organización que sienten suya, el trabajo debe ser un espacio de desarrollo humano y ello no es romanticismo, es una necesidad urgente y pragmática si queremos sobrevivir, crecer y proyectarnos como empresas del siglo XXI.

2 comentarios:

santiago dijo...

marianela,
ante todo saludarte, mi nombre es santiago y te escribo desde buenos aires.
en mi búsqueda por intentar encontrar cuáles son mis áreas de interés estoy hallando, al menos eso creo, dentro del ámbito de la psicología organizacional aquello que me despierta y capta intérés.
respecto de los comentarios vertidos por tu persona respecto de las empresas latinoamericanas, y particularmente de las Argentinas, siendo este país el medio en el que me muevo, detecto que resulta sumamente complejo arribar a los objetivos que vos planteas en tu artículo. ciertamente ante un panorama que se presenta difuso e incierto los sujetos pueden tender a comportarse en torno a prácticas individuales que concluyen en la disgregación grupal. por otra parte, siendo la empresa aquella que se encuentra dentro de este mismo escenario, y hablando ya más en particular de las pymes, que suelen ser el motor de económico de nuestros paises, parecieran tender a incrementar los factores de paternalismo en lugar de facilitar la lateralización del gerenciamiento. de forma paradójica se le solicita empeño y compromiso al empleado al tiempo que se le evalúa de manera "dramática" en base a resultados, con lo cuál se corre el riesgo de caer en un discurso paradojal en tanto que si se compromete y lidera se expone y por tanto es pasible de ser punido, y si no lo hace se le critíca por "inocuidad operativa".
el trabajo como medio de desarrollo humano está siendo percibido, dentro de escenarios de crisis, como un medio de supervivencia que no pareciera promover el desarrollo psicológico laboral necesario para que aquello que se denomina recurso humano, explaye su mejor expresión en beneficio propio y de la compañía.
paradojico le resulta también al pequeño y mediano empresario la sensación de soledad o aislamiento que puede percibir ante x problemáticas producto como consecuencia de la misma cultura paternalista que promueve la cuál pareciera terminar transformándose en la trampa que lo castiga.
mi preocupación, al mismo tiempo que tu propuesta, gira en torno a la posibilidad de salida de este bucle de retroalimentación negativo que estaría obstaculizando el arribo a una conceptualización de liderazgo y de gerenciamiento, de gestión y de procesos en red.
te dejo mis saludos
santiago bavosi guenio601@hotmail.com

Marianela Denegri Coria dijo...

Santiago: estoy de acuerdo contigo en tu análisis del panorama de nuestras PYME latinoamericanas. Creo que es importante que desde la Psicología Organizacional y laboral, tradicionalemnte orientada a los procesos de selección de personal, y también desde otros ámbitos como la Psicología Económica, podamos abrir el debate y ampliar las miradas para ir instalando nuevos diálogos en torno a estos problemas.
Ello además es un imperativo si queremos tener PYMES en condiciones reales de responder a los requerimientos que el entorno está planteando a nuestros países